Monterrey Nuevo León México, miércoles 4 de Julio 2018, 2:30 p. m. (Mary Tovar). El proceso electoral del pasado domingo 1 de Julio pudo haber sido ejemplar y transparente, debido a que como nunca antes en la historia reciente, los candidatos del PRI, Independiente y del PAN, salieron a reconocer el triunfo de Andrés Manuel López Obrador, aún antes de que el INE proporcionara los números oficiales.
Aquí en Monterrey, fuera de que el personal que labora en el Hospital Muguerza (y también el de algunos otros hospitales), no tendría permiso para salir a votar, aunque luego se les “concedieron” 60 minutos para ir a emitir su sufragio y regresar sin exceder ni un segundo y que tuvieron oportunidad solamente de votar por quien sería Presidente, ya que no se les permitió elegir diputados, senadores ni Alcaldes, además de que en la colonia Mitras Norte, un grupo de jóvenes que recién cumplieron los 18 años de edad no se les permitió votar tampoco, más que por la Presidencia -ignoramos el motivo- de que las casillas especiales no excedieron, sino que al contrario hicieron falta para que la gente foránea y empleados a los que no se les permitió salir a votar, lo hiciera, (solo para Presidente).
Ahora el proceso se ve extrañamente nublado y la decisión de los habitantes de Monterrey y Ciudad Guadalupe de otorgar su voto a Adrián de la Garza y Cristina Díaz Salazar, está a punto de ser ultrajado, violado en sus más elementales garantías, porque cómo es posible que Felipe Cantú se proclame ganador de la contienda electoral cuando faltan por contabilizar el 30% de las actas.
Las autoridades correspondientes están pretextando “ilegibilidad” en las actas recibidas, pero uno de los equipos de campaña demostró que esa hipótesis no es verdad. Una duda nos asalta: ¿A quién y porqué quieren favorecer a alguien con “resultados” amañados?, ¿Qué hay detrás de todo esto?, Porqué le permiten a Felipe Cantú proclamar un “triunfo” que todavía está en veremos?
Adrián de la Garza y Cristina Díaz deben exigir el conteo total de los votos, uno por uno y casilla por casilla para ahora sí poder saber quien ganó la contienda electoral tanto en Guadalupe como en Monterrey. Esas nubes negras con que vistieron lo que pudo haber sido una jornada transparente, nos llevan a generar desconfianza, a especular, a preguntarnos porqué si el pueblo otorgó su voto y confianza en una persona, le quieren dar al oponente el resultado a favor. El ambiente está y se siente enrarecido. No quisiéramos que estos resultados se queden así, sin ser certificados juntamente con el Acta de Verificación o escrutinio. El pueblo espera que nos demuestren con hechos los resultados verdaderos de la jornada del domingo pasado. Podría ser hasta con fotos de las mantas que en el exterior de los lugares donde estuvieron instalados los centros de votación o casillas, dando cuenta de los resultados de forma documentada, para que no quede ninguna duda, deberán coincidir la manta con las actas Y ASÍ, NO HABRÁ ILEGIBILIDAD QUE VALGA. El epicentro de esta historia está en las manos de las autoridades electorales y la confianza de la ciudadanía en el sentido de que habrán de llevarse las cosas con justeza en este asunto, está puesta totalmente en la Comisión Estatal Electoral y QUIEN CORRESPONDA. ¿Y la democracia, apá?! R/90