“No era aplanar la curva, era eliminar el virus”: Michael Baker.
LA PRIMERA MINISTRA JACINDA ARDERN FUE ELOGIADA A NIVEL MUNDIAL POR SU GESTIÓN ANTE LA CRISIS PANDÉMICA QUE LOG
RÓ ELIMINAR EL VIRUS CON LIDERAZGO DECISIVO Y EFICAZ. LA GENTE SIGUIÓ LAS INSTRUCCIONES Y COMO RESULTADO FUE MÁS FACIL EXTINGUIR EL COVID-19 DE NUEVA ZELANDA,
LAS PERSONAS, PERMANECIERON EN SUS CASAS DURANTE 6 SEMANAS. CON EL OBJETIVO CUMPLIDO, HABRÁ TURISMO INTERNO, PERO LIMITADO.
El Asesor científico de Nueva Zelanda, Michael Baker, critica la interpretación mundial que se le ha dado a las estrategias en la pandemia y explicó su táctica.
Baker, Profesor de la Universidad Otago, es epidemiólogo en el gobierno de la Primera Ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardem, que ha dado las gracias a “su equipo de 5 millones”, habitantes de un país que consiguió “eliminar” el coronavirus dentro de sus fronteras, ya que por primera vez no había casos activos y llevaban 17 días sin nuevos contagios. Era la respuesta de la isla, caracterizada por tomar medidas estrictas y tempranas. Se decretó confinamiento con apenas 100 casos. Habían contabilizado 22 muertes. Al ver los resultados de su método, fueron elogiado mundialmente.
EL CONFINAMIENTO COMO REMEDIO INFALIBLE…
El especialista Baker, diferencía de la estrategia de “supresión” que busca reducir los casos a niveles controlables, pero pasando por confinamientos prolongados hasta que haya vacuna o tratamiento eficaz y según su análisis: “Este es el enfoque que han adoptado la mayoría de los países occidentales para hacer frente a la pandemia. Cuando Nueva Zelanda entró en su nivel más bajo de restricciones, eso permitió a la población retomar poco a poco su vida diaria sin limitaciones de distancia física. El objetivo ha sido mantener el virus alejado de estas fronteras que siguen cerradas a los extranjeros. A los residentes y nacionales que vuelven al país, se les aplica cuarentena de 14 días. Vino otra buena racha de 24 días sin nuevos infectados, pero se interrumpió, porque dos mujeres llegadas del Reino Unido, dieron positivo. Esa noticia cayó como balde de agua fría y evidenció que los desafíos persistían, incluso para una Nación prácticamente aislada que hasta ese día había tenido posición aventajada”.
Michael Baker, explica el método con el que salvó miles de vidas y frenó al coronavirus en tiempo récord: “Adoptamos un enfoque de eliminación con las herramientas básicas. Usamos un confinamiento intenso para eliminar básicamente la transmisión del virus. El propósito era extinguir las cadenas de transmisión y el confinamiento lo logró eficazmente. Y los contactos se trazaron con el rastreo. En las fronteras había cuarentena estricta y el virus llegó a su fin. Luego, ya no hubo limitaciones ni restricciones y la vida de los neozelandeses volvió a su normalidad, aunque para algunas personas fue difícil, significó volver a empezar porque algunos habían perdido sus trabajos y otros, sus empresas. Los Académicos seguían trabajando como durante el confinamiento. Las fronteras siguieron cerradas”.
LAS DIFERENCIAS ENTRE SUPRESIÓN, MITIGACIÓN Y ELIMINACIÓN..
Como impulsor de la estrategia de “eliminación del virus”, un Periodista le preguntó al investigador en la videoconferencia, el porqué de su enfoque diferente, al mencionar la palabra “eliminación” cuando en otros países se decía “supresión” o “mitigación” y contestó:
“En general todo el mundo tiene planes para una pandemia. Durante más de 20 años, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha ayudado a todos los países a redactar planes para gripe pandémica. Es razonable tener planes para la gripe, porque causó grandes pandemias en 3 ocasiones en el siglo pasado. Este es un modelo de mitigación en el que no puedes evitar la pandemia: la ola va a arrasar con tu país y todo lo que podemos hacer es “aplanar la curva” para reducir el impacto. Eso es lo que ha hecho el mundo occidental. Y era un buen plan, pero era el virus equivocado. Necesitábamos un plan para un virus tipo SARS (Síndrome Respiratorio Agudo Grave), que realmente se puede detener. A fines de febrero y principios de marzo, ya teníamos casos en Nueva Zelanda y viendo la experiencia de China, pensé que podíamos detener el virus. Estaba en el grupo de asesoramiento técnico del Gobierno para responder a la pandemia y dije públicamente que teníamos que cambiar el rumbo y también directamente a los Ministros, que necesitábamos adoptar un enfoque de eliminación (…) y el Gobierno actuó de forma muy valiente, cambió de rumbo. Adoptamos un enfoque de eliminación. Las herramientas básicas son las mismas, pero hay 3 principales: La gestión de las fronteras. Las pruebas y rastreo de contactos. Debilitar, interrumpir la transmisión en la población. Usamos uno de los confinamientos más intensos del mundo durante 6 semanas, para eliminar la transmisión del virus y salimos gradualmente para extinguir las cadenas de transmisión, el encierro lo logró de manera muy eficaz. Y los contactos se trazaron con el rastreo. En las fronteras había cuarentena estricta. El virus llegó a su fin. La clave es una buena ciencia y un buen liderazgo, tener un plan y actuar con decisión. Para mi sorpresa, en ninguna parte del mundo occidental se perseguía un objetivo de eliminación. Dada la experiencia de Asia, me pareció que lo que había que hacer era ir por ella. Al principio, la gente me miraba como si estuviera loco. Algunos virólogos me decían: “Michael, no puedes eliminar este virus. Es demasiado difícil, hay tanta transmisión silenciosa, nunca se irá”. Yo no sabía en ese momento si iba a funcionar, pero funcionó en China, y algunas islas específicas lograron evitarlo cerrando sus fronteras por completo. Había un grupo bastante fuerte en Nueva Zelanda que decía que sería exagerado, como matar moscas a cañonazos. Siempre hay riesgo de brotes porque la gente está cruzando las fronteras. Era y es un desafío. Hace semanas, hubo un día en que nadie entró ni salió de Nueva Zelanda. Ahora hay una media de 200 personas al día que vienen a Nueva Zelanda, es un número pequeño. Hay cerca de 3 mil en instalaciones de cuarentena. Y ese es uno de los riesgos ahora. Dos personas llegaron de Reino Unido. Se les permitió romper antes de la cuarentena para visitar a su padre moribundo. Se les efectuaron pruebas que dieron positivo. Están en aislamiento. Es improbable que hayan infectado a otros, pero las investigaciones continúan. Esto es un revés y tendrá como resultado un endurecimiento de las normas de la cuarentena fronteriza. (…) Nos gustaría que la gente usara más las mascarillas, aquí no hay una cultura de su uso. En Europa estamos en plena desescalada. Parece que hemos superado con éxito la salida del confinamiento. Tenemos un objetivo diferente: Salir con cautela y no tener virus circulando.. (…). Si hay estrategia de eliminación, al salir del encierro no hay virus circulando. No se necesitan más precauciones. Ha acabado. Si controlamos las fronteras no hay de qué preocuparse”.
EL TEMA DE LAS VACUNAS…
En cuanto a la posibilidad de una segunda ola, el científico Baker, asegura: “Si eliminas el virus no habrá segunda ola. Los brotes serán pequeños y manejables. El riesgo de mortalidad en estos casos es mucho menor. (…) Muchos grupos trabajan arduamente en alguna vacuna pero está por verse, porque no hay muchas vacunas efectivas para la gripe que también afecta el sistema respiratorio. No estoy seguro que podamos garantizar una vacuna efectiva para este virus respiratorio, aún no tenemos una para el virus respiratorio sincitial (VRS), que es un virus que puede causar infecciones graves en los pulmones. No hay vacunas para ningún otro coronavirus, si conseguimos una, no sabemos cuánto tiempo durará la inmunidad, ni si funcionará bien con los ancianos que son los que realmente queremos proteger. Hay muchas incógnitas y más probable sería conseguir buenos antivirales para que la neumonía sea tratable con más facilidad”, enfatizó. R/90