La tercera ola de la pandemia COVID-19 parece aguardar el momento para atacar a los más pequeños, mientras se aproxima a paso veloz la fecha para volver a las escuelas, “llueva, truene, o relampaguee”.
Entre la alarma generalizada que ha cundido por la llegada de la tercera ola de COVID-19 al país, los contagios y muertes de menores de edad, a causa de SARS-CoV-2, se han incrementado. Hasta el 8 de agosto pasado, la Secretaría de Salud reportó 613 fallecimientos de niños, niñas y adolescentes y 60,928 contagios entre menores de edad en territorio mexicano.
Lamentablemente, el día de hoy, las autoridades estatales, reportaron el fallecimiento de dos bebés, a causa de covid 19.
SE AVECINAN LAS CLASES…
Ante esta cruda realidad y a pocos días de que principie el ciclo escolar 2021-2022 el próximo 30 de agosto, los padres de familia, ahora tienen la preocupación de si envían o no a sus hijos a la escuela ante la probabilidad de la enfermedad. Una gran mayoría opina que “vale más que pierda el año, a que pierda la vida”, otros creen que si el gobierno federal les está casi obligando a mandar a sus hijos a las escuelas, es que algo lea garantiza, otros tantos, afirman: “los padres de familia que andan marchando pidiendo el regreso a clases, son los que están pagando colegios particulares que son carísimos y por eso a elloa les urge que los niños vuelvan, para ya no pagar sus mensualidades sin que les den clases, dioquis (…)”.
En fin, cada quien opina y piensa diferente.
Mientras son peras o manzanas, para el regreso a clases hay que proteger bien a nuestros niños. En cuanto aparezca la primera sospecha de contagio en el menor, debemos llevarlo de inmediato a chequeo médico.
COVID 19 EN LOS NIÑOS
Como ocurre con los adultos, los menores de edad contagiados con COVID-19 pueden ser sintomáticos o asintomáticos. Las primeras señales de contagio, pueden parecerse a un catarro común.
Las sugerencias de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) y de algunas especialistas consultadas, son: “Algunos menores pueden traer escurrimiento nasal y tos. Los más grandecitos pueden presentar dolor de cabeza y los más pequeños, irritabilidad”; dice la doctora Guadalupe Miranda, pediatra infectóloga e investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quien insiste: “Es suficiente con que un menor presente cualquiera de estos síntomas para que sea evaluado por un médico. Algunos menores también podrían presentar al principio de su enfermedad, síntomas menos frecuentes como molestias abdominales, dolor abdominal, diarrea, u afectaciones respiratorias También hay un gran porcentaje de niños asintomáticos. Información muy reciente, explica que hasta el 40% de los niños que tuvo contacto con personas infectadas de COVID-19 y adquirió la infección, no manifestaron síntomas. Tras un contagio el periodo de incubación del SARS-CoV-2 parece ser casi el mismo para los niños que para los adultos, de 2 a 14 días con un promedio de 6 días. Y en algunos otros casos, los niños con COVID-19 ya sea sintomático o asintomático, pueden desarrollar una complicación rara y seria llamada Síndrome Multisistémico Inflamatorio Pediátrico (SMIP), y si los menores presentan síntomas del SMIP, como fiebre, dolor abdominal leve o agudo, vómitos, diarrea, dolor de cuello, sarpullido, ojos enrojecidos, cansancio extremo, dificultad para respirar; dolor o presión en el pecho; confusión; incapacidad para despertarse o mantenerse despierto; piel, labios o lechos de uñas pálidos, grisáceos o azulados; lo más recomendable es buscar atención médica de manera inmediata. Cuando hay sospecha de que una niña o niño pueda estar contagiado de COVID-19 pueden ser practicadas 2 tipos de pruebas, las PCR y la de antígenos, conocidas como pruebas rápidas. Si hay sospecha de que un menor estuvo en contacto cercano con un caso positivo de SARS-Cov-2 se puede realizar una prueba PCR cuando el niño es asintomático, esto entre el quinto y séptimo día, luego de que ocurrió el contacto. Entre el 5o. y 7o día de que se sabe que estuvieron en contacto con alguna persona que fue diagnosticada con COVID-19. A ellos deberíamos hacerles una prueba para saber si no se infectaron”, detalló la Doctora.
Cabe mencionar que la realización de pruebas PCR que se efectúan a través de un hisopado nasal, no están contraindicadas en los menores de edad, pues pueden realizarse desde recién nacidos, aunque con ciertos cuidados y por personal capacitado, tomando en cuenta que las pruebas de antígenos o rápidas, deben llevarse a cabo cuando los menores tienen sintomatología o datos de la enfermedad activa, ya que si no hay datos, dichas pruebas pueden dar un resultado falso-negativo.
La doctora Miranda, advierte: “Mientras los niños sean más grandes o se acerquen más a la edad adulta, los síntomas pueden ser más parecidos a los de los adultos, como el dolor de cabeza, malestar general , tos y escurrimiento nasal. En niños más pequeños estos síntomas pueden ser más leves y desaparecer en 2 o 3 días, o se puede presentar diarrea, dolor abdominal, náusea, vómito; y en los niños menores de 2 años de edad el diagnóstico puede ser más difícil debido a que puede ser que solo presenten fiebre e irritabilidad. De estar bien, en pocas horas pueden llegar a tener cuadros de gravedad. Los signos notificados entre recién nacidos con COVID-19 incluyen fiebre, letargo, moqueo, tos, vómitos, diarrea, mala alimentación, y una mayor dificultad para respirar o respiración superficial (…)”..
Algunos estudios médicos reportan que entre los niños de 0 a 9 años, la frecuencia de los síntomas fue: Fiebre, tos o dificultad para respirar 63% (Fiebre: 46%; Tos: 37% y Dificultad para respirar: 7%), Dolor de cabeza 15%; Diarrea 14%, Dolor de garganta 13%, Mialgia 10%, Náuseas / vómitos 10%, Rinorrea 7 %, Dolor abdominal 7%, Pérdida del olfato o el gusto 1%. Entre los niños de 10 a 19 años, la frecuencia de los síntomas fue esta: Fiebre, tos o dificultad para respirar: 60% (Fiebre 35%; tos 41% y dificultad para respirar 16%), Dolor de cabeza 42%, Mialgia 30%, Dolor de garganta 29%, Náuseas / vómitos: 10%, Diarrea 14%, Pérdida del olfato o el gusto 10%, Dolor abdominal 8%, Rinorrea 8%.
HABLANDO DE OXIGENACIÓN…
La profesora e investigadora Miranda Novales, señala que el uso del oxímetro en los menores de edad no está entre sus recomendaciones: “La causa es que un niño puede presentar cambios muy rápidos en su estado de salud: Si yo tengo un niño que ya tiene cambios en su saturación, quiere decir que su pulmón ya está afectado. Todos esos niños deben estar hospitalizados, pues por precaución todos los menores de 2 años deberían estar vigilados en un hospital durante 2 o 3 días, para asegurarse que todo está bien y no tienen ninguna complicación”, destacó la experta, quien agregó que si los niños más grandes presentan síntomas como dificultad respiratoria, labios morados, o signos de alerta, lo más recomendable es que inmediatamente de que aparezcan estos síntomas, deben llevarlos a recibir atención médica:
NO A LA AUTOMEDICACIÓN…
“La variación de los valores de la saturación puede inquietar un poco al familiar y pueden estar acudiendo al hospital cuando no es necesario, entonces esto a menos de que ya sea un adolescente, que pueden tener sus manifestaciones bien definidas y que tengan una vigilancia estrecha con un médico, podría hacerse una atención domiciliaria como se hace con los adultos, pero en un niño más pequeño no, definitivamente no es recomendable. Es muy importante no recurrir a la automedicación. Considerar cualquier infección respiratoria o diarrea como sospecha de COVID hasta no demostrar lo contrario. De modo que ante estos síntomas, recomiendo la prueba”; sugirió.
Además, mencionó que los padres de familia deben estar alertas de los menores cuando presenten los siguientes síntomas: Fiebre arriba de 38.5 grados centígrados, Fiebre de difícil control o persistente, Tos que incremente de intensidad, Disminución de la saturación de 4% de forma sostenida, Somnolencia, Dificultad para respirar, Alteraciones en el estado de alerta.
Cianosis o coloración morada en los labios y apoyar a los pequeños para sobrellevar el aislamiento.
La doctora, recalcó en que la posibilidad de recuperación en los menores es de 95 a 96%, e insistió en que lo mejor que se puede hacer durante el aislamiento de los menores es proporcionarles una alimentación sana, y sobre todo, mantenerse informados para tomar las mejores decisiones para los niños, frente a la pandemia covid-19, en la vida y sobre todo, con atención médica a tiempo.
La experta, comentó que en el aislamiento lo más aconsejable es desarrollar actividades en familia, lo que no debe tomarse como si fuera un castigo ni de forma negativa, sino como una forma de cuidarnos y proteger a nuestros seres queridos: “Reforzar la idea de que esto es temporal y que es por protección de todos, que es además para que la pandemia pueda terminar en un tiempo más corto, pues aunque la mayoría de los niños saldrá adelante del covid-19, la obesidad y las enfermedades crónicas o cáncer, aumentarán las posibilidades de que los menores presenten un cuadro más grave de la enfermedad y tengan mayor probabilidad de hospitalización: “Los casos graves, se calculan alrededor del mundo desde un 5 a un 15%. Son poquitos, pero hay que tomar en cuenta que algunos pequeños pueden presentar el síndrome multisistémico infamatorio pediátrico, que aunque es raro, también puede presentarse, entre la segunda y tercera semana después de que los niños tuvieron la infección”, indicó. R/90
Viernes 13 de Agosto, 2021.
11:26 p.m.
Nora Hernández T. R/90