En enero de 2024, más de 770,000 personas en Estados Unidos se encontraban sin hogar, según el Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano (HUD).
Este número representa un aumento del 18% respecto al año anterior y marca el nivel más alto desde que se comenzaron a recopilar estos datos en 2007.
A pesar de ser la economía más poderosa del planeta, Estados Unidos enfrenta una crisis de vivienda que afecta a una proporción alarmante de su población. La falta de viviendas asequibles, el aumento de los precios de la vivienda y la escasez de recursos para salud mental y adicciones son factores clave que contribuyen a esta situación.
El año 2024 también vio un aumento significativo en el número de familias con niños sin hogar, con un incremento del 39% en comparación con el año anterior. Además, la población sin hogar entre las personas mayores de 55 años aumentó en un 18% .
En respuesta a esta crisis, algunas políticas han buscado soluciones, pero también han generado controversia. Por ejemplo, el presidente Donald Trump implementó una política en Washington D.C. que permite encarcelar a personas sin hogar que se nieguen a aceptar servicios o mudarse a refugios. Aunque esta medida busca reducir la visibilidad del problema, muchos críticos argumentan que no aborda las causas subyacentes de la falta de vivienda y puede empeorar la situación .
La creciente crisis de vivienda en Estados Unidos plantea preguntas fundamentales sobre la equidad y la justicia social en una nación que se considera un modelo de prosperidad. Es imperativo que se implementen políticas que no solo proporcionen refugio temporal, sino que también aborden las causas estructurales de la falta de vivienda para garantizar un futuro más inclusivo y justo para todos sus ciudadanos. R/90
Nora Hernández
Internacionales
13 de Agosto 2025.
Derechos Reservados
Reporte90