Con el regreso de Donald Trump y el endurecimiento del comercio con Estados Unidos, México se ha convertido en el nuevo paraíso de los productos chinos. Los puertos del Pacífico —especialmente Manzanillo y Lázaro Cárdenas— ahora reciben la mayor parte de las importaciones del país, mientras el histórico puerto de Veracruz se queda rezagado.
El flujo marítimo nacional cayó 9.6% este año, según la Secretaría de Marina. Solo los combustibles se salvan del desplome. Las autoridades ya preparan nuevos aranceles para frenar la avalancha asiática, pero los contenedores siguen llegando sin freno y por mayoreo. Expertos alertan que esta dependencia de China podría volverse un serio riesgo para sectores como el automotriz, vestido y calzado.
México ya no mira al norte. Ahora, todo llega desde el otro lado del Pacífico. R/90
Mar Tovar
Viernes 9 de Octubre 2025.
Internacionales.