El líder nacional del PAN, Jorge Romero Herrera, lanzó una advertencia incendiaria: la nueva Ley de Aguas sería el primer paso para que Morena “se apropie del patrimonio de las familias mexicanas”.
Según Romero, la norma prohíbe heredar, vender o ajustar derechos de agua, dejando a más de dos millones de productores sin la posibilidad de transmitir esos recursos ligados a sus tierras. Afirma que eso devaluará predios, frenará inversiones y sacará del patrimonio privado un elemento clave para el campo y la industria.
Acusó que el oficialismo centraliza todo el poder en Conagua, pese a que —dice— el propio gobierno admite que el organismo no tiene presupuesto ni personal para manejar esa carga. Asegura que la autoridad podrá reducir o reasignar agua sin análisis, dejar sin suministro a comunidades y empresas en 20 días, e incluso declarar zonas de escasez sin criterios técnicos para mover agua entre Estados sin compensación.
Romero sentenció: «Esto no es una reforma hídrica, sino un intento por controlar poder, justicia, economía, seguridad y ahora también el agua, lo que representa un golpe directo a la propiedad privada en México. R/90
Lunes 8 de diciembre 2025.
