– Crece obesidad y sobrepeso en México
En un detallado informe, la Organización Panamericana de la Salud (OPS), reportó que el 70% de los alimentos y bebidas ultraprocesados que se consumen, son industrializados y que su venta creció en la región a razón de un 17,5%, del 2009 a la fecha.
El doctor Cristian Morales, representante de la OPS en este país, en rueda de prensa desde la CDMX, detalló: “Es un aumento de casi 18% en los últimos 10 años, que explica también el actual crecimiento en sobrepeso y obesidad. Lamento que los alimentos ultraprocesados, las bebidas azucaradas y la comida rápida, de pobre calidad nutricional, están reemplazando a las comidas caseras, que son más nutritivas (…)”.
El doctor Simón Barquera, investigador del Instituto Nacional de Salud Pública de México, explica: “El 60% de los adultos prefiere una alimentación basada en snacks y uno de los argumentos es que la comida sana es más cara, pero es algo que está promoviendo la industria de la comida chatarra. La epidemia de obesidad que vivimos ahora, se debe principalmente a que un 70% de los productos que consumimos son industrializados. En la región, casi 60% de los habitantes, -unos 360 millones de personas-, vive con sobrepeso. En países como México, las principales causas de mortalidad son por problemas cardiovasculares relacionadas con sobrepeso y obesidad”, dijo.
LOS ESTUDIOS EFECTUADOS Y SUS REVELACIONES
En el informe presentado, se analizaron 250 productos vendidos en 2014, divididos en 89 categorías y de acuerdo con las conclusiones del documento de la OPS, “todos los productos analizados contenían cantidades excesivas de al menos uno de estos nutrientes críticos. En conjunto, el 43% de lo que aportan estos productos es azúcar. Las bebidas gaseosas, los “snacks” dulces y salados, galletas, tortas, pasteles, postres, salsas y aderezos, son especialmente problemáticos.
Los alimentos ultraprocesados son formulaciones industriales principalmente a base de sustancias extraídas o derivadas de alimentos, aditivos y cosméticos que dan color, sabor o textura para intentar imitar a los alimentos.
Estos productos están nutricionalmente desequilibrados. Tienen alto contenido en azúcares libres, grasa total, grasas saturadas, sodio, bajo contenido en proteína, fibra alimentaria, minerales y vitaminas, en comparación con los productos, platos y comidas sin procesar o mínimamente procesados.
Para contrarrestar esta problemática, gobiernos, comunidad científica y organizaciones de la sociedad civil deben implementar políticas y regulaciones, desalentar el consumo de productos ultraprocesados. Proteger y promover la elección de alimentos saludables y el regreso a las dietas tradicionales”, detallaron.
Miguel Malo, asesor de prevención y control de enfermedades no transmisibles de la OPS/OMS México, resaltó: “Es importante incluir políticas fiscales y regulaciones legales, entre ellas el etiquetado frontal de alimentos, ya establecido en países como Chile y México. Es referente importantísimo, pues ayuda a informar a los consumidores sobre el contenido de los productos y que puedan tomar decisiones al respecto. Se debe restringir la promoción y publicidad de los productos ultraprocesados, dar incentivos para que todos esos alimentos estén disponibles y sus precios sean asequibles y estables. Prevenir que la población, especialmente los niños en las escuelas no estén expuestos a ellos (…)”.
LAS GANANCIAS DE LA COMIDA CHATARRA
¿Son costeables los dividendos que deja el vender estos productos? Porque el precio anual por daño a la salud es de más de 200 millones de pesos, según expertos en la temática.
LOS 80 MMDD Y LA CHATARRERÍA
Investigadores del Instituto Nacional de Nutrición (INN) Salvador Zubirán y de organizaciones civiles, destacaron que en México se venden alrededor de 80 mil millones de dólares anuales, de alimentos chatarra y bebidas azucaradas, 5% del Producto Interno Bruto (PIB), agigantando los casos de sobrepeso y obesidad en los mexicanos.
Abelardo Ávila, investigador del Instituto Nacional de Nutrición de la Secretaría de Salud, consideró: “El costo por daño a la salud es de más de 200 millones de pesos anuales que debe pagar el sector salud para atender enfermedades crónico degenerativas por el consumo de alimentos chatarra y bebidas azucaradas en el país, repercutiendo en la desnutrición grave que se vive en el sector indígena, sobre todo en niños y niñas de primaria. En el caso de Chiapas hay infantes que tienen 29% de talla baja y dentro de las comunidades rurales indígenas más del 50% es de talla baja. En los 3 últimos años toda la industria embotelladora y de alimentos procesados reportaron 300 mil millones de pesos por concepto de ventas, con una utilidad bruta de 123 mil millones de pesos. Las empresas trasnacionales utilizan la ingeniería fiscal que les permite deducir la utilidad bruta en más de 100 mil millones de pesos. Tienen 25 mil millones de utilidad neta ya como base fiscal, pagando únicamente 8 mil millones de pesos a Hacienda”.
CULPAN AL TLC
Víctor Suárez, Presidente de la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras del Campo (ANEC), expresa: “Es necesario que el TLC sea reemplazado por otro acuerdo que permita producir alimentos propios, mayor consumo interno, recuperar la soberanía alimentaria y dejar de importar más del 42% de productos diversos. A 25 años de haberse firmado, el TLC ha sido nocivo para la agricultura en nuestro país, para la alimentación mexicana, el medio ambiente, y ha beneficiado a las grandes corporaciones globales. El gobierno mexicano debe poner en la mesa de debates con funcionarios de Estados Unidos, de nueva cuenta el sistema nacional alimentario de pequeños y medianos productores y tomar en cuenta a las comunidades campesinas e indígenas por la gran diversidad que existe en el campo mexicano”; señaló. R/90
Martes 20 de febrero 2024
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