La Organización Mundial de la Salud (OMS), reportó que anualmente mueren 3.3 millones de personas en el mundo a causa del consumo de alcohol, cifra que representa el 5.9% del total de defunciones.
El citado organismo detalló que dichas conductas podrían estar vinculadas a que los niños empiezan a ingerir alcohol o fumar, desde temprana edad; circunstancias que podrían estar enlazadas con algún tipo de presión social, problemas en su familia o en su desarrollo psico-social.
LA DETECCIÓN OPORTUNA
La doctora Maura Jazmín Ramírez Flores, asegura que un diagnóstico a tiempo en ingesta de alcohol, tabaco, o ambos nocivos, es muy importante en niños, niñas y adolescentes.
LAS ENFERMEDADES MENTALES
La experta alertó que las personas con problemas de alcoholismo pueden resultar con enfermedades mentales graves: psicosis, problemas de sueño, alucinaciones, delirios, alteraciones en su conducta, pues a decir de los especialistas, el alcohol baja los niveles de serotonina, que es un neurotransmisor que regula el estado de ánimo, todo ello a consecuencia del alcohol, por lo que recomendó una atención integral acompañada de tratamientos psicológicos y físicos, a personas con adicciones.
UN MAL QUE SE VA GENERALIZANDO…
Por si fuera poco, el consumo de bebidas alcohólicas deja también secuelas en el cerebro, dañando órganos vitales como el hígado, el corazón, el estómago, el riñón y los pulmones, impactando el funcionamiento cerebral, con efectos mortales.
UNA COSTUMBRE QUE VA DEJANDO MUERTE Y DESOLACIÓN…
Social y culturalmente es normal ir de fiesta y tomar algunas bebidas, pero el alcohol implica un efecto directo en el cerebro: “Toda la actividad que realizamos tiene que ver con la actividad que realiza el cerebro. El consumo del cigarro y del alcohol van a estar afectando a zonas en particular que pueden crear un aparente bienestar y posteriormente una adicción.
El etanol o alcohol etílico, presente en las bebidas alcohólicas, puede provocar un vicio como el alcoholismo.
La embriaguez puede derivar en una intoxicación o coma etílico que origine pérdida de conocimiento y necesite tratamiento médico urgente.
Los comas etílicos incluso pueden acabar en muerte cuando la concentración de alcohol en el torrente sanguíneo es tan alta, que origina un edema cerebral o hemorragias por todo el cerebro. También se corre el riesgo de padecer pérdida de las habilidades cognitivas (percepción, razonamiento lógico y conocimiento)”, explicó Maura Jazmín Ramírez Flores, Maestra de la Facultad de Psicología de la UNAM y especialista en neuropsicología. R/90
Domingo 22 de enero
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Ciencia y Salud
Nora Hernández
Reporte90
