Aunque es más antigua que los cobertores llamados “de tigre”, la popular y legendaria cobija está a punto de desaparecer.
En sus inicios, era una manta de algodón que llevaban los hombres del campo como si fuera una capa, la traían anudada sobre un hombro.
NO SERÍA LA PRIMERA…
Es muy posible que la mayoría de los hogares mexicanos ahora tengan el famoso cobertor de tigre de la marca “San Marcos” o los no menos calientitos “Providencia”, en esta temporada de frentes fríos, pero hay una cobija que ahora está en peligro de extinción.
Se trata de las cobijas tilma, frazadas de inigualable fondo cuadriculado en bonitos tonos obscuros combinados que en orillas llevan unas “barbitas”. Son calientitas y de textura áspera.
Las cobijas tilma son 100% mexicanas. En su mayoría, las hacen en Tlaxcala, donde hay desde pequeños talleres hasta grandes fábricas. Son bastante baratas. Se pueden encontrar en un rango de precios que va de los 60 a los 150 pesos y han librado de morir de frío a muchas personas, pero la tecnología las alcanzó y ahora están en peligro de extinción.
La cobija tilma ha sido ideal para regalar cada invierno por parte de los gobiernos estatales a personas de bajos recursos.
Otros sectores, tienen como favoritos los edredones, los cobertores térmicos o frazadas de polar.
ALGO DE HISTORIA…
Es de mencionar que los súper cobertores San Marcos ya no se fabrican. Con las ondas gélidas que durante las noches invernales cubren a casi toda la República Mexicana, todos estamos sacando edredones y cobertores para taparnos del frío. En muy pocos hogares mexicanos aún existen estas “joyas” de la “San Marcos”, hechas con 90% acrílico y 10% poliéster. Cuesta trabajo creerlo, pero los coloridos y hermosos estampados que se apoderaban de las camas cuando la temperatura empezaba a bajar y el frío hacía de las suyas, dejaron de existir desde el año 2004, cuando la empresa Celulosa y Derivados (Cydsa) que era dueña de la planta, decidió cerrarla. El declive inició cuando México abrió las fronteras al comercio y llegaran artículos “iguales” a precios mucho más bajos, -principalmente de origen chino-, lo que derivó en 2004 en el cierre de operaciones de las populares cobijas.
Se empezaron a ver en las ferias de los pueblos, grandes ofertas de 2 o hasta 4 cobijas por 400 pesos. Comenzaron a abundar los productos chinos que se piratearon aquellos característicos y bellos diseños mexicanos.
La idea original de la cobija grande, caliente, con estampados coloridos, hecho con fibra acrílica y sumamente duraderos se los debemos a Jesús Rivera Franco, creador del “Grupo Textil San Marcos”, que llegó a tener cerca de 4 mil trabajadores, pero que en 1992 decidió vender su emporio a la empresa regiomontana que no pudo continuar con el legado más de una década.
La empresa desde su venta tuvo complicaciones en las negociaciones. Estuvieron cerca de crear un conflicto que pudo enfrentar prácticamente a toda la iniciativa privada de Aguascalientes con la de Nuevo León. Cerró sus operaciones dejando descobijados a miles de trabajadores mexicanos dentro y fuera de nuestro país. Fue así como los productos chinos acabaron con uno de los artículos más representativos de México. Si tienes un cobertor San Marcos, se puede decir que posees un auténtico artículo de colección.
¿QUÉ ES “TILMA”?
Al no encontrar evidencia o testimonio fidedigno de su inventor y buscar algún indicio en la RAE (Real Academia Española), el diccionario define “tilma” como una manta de algodón que llevaban los hombres del campo a modo de capa, anudada sobre un hombro.
En conclusión, la cobija Tilma, a diferencia del cobertor de tigre de San Marcos y de las calientitas cobijas marca “Providencia” es algo más aproximado al sarape y es de origen prehispánico. R/90
Domingo 1 de Enero
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Nacionales
Nora Hernández
Reporte90