DE TODO UN POCO

EL “SÍNDROME DEL ÁRBOL DE NAVIDAD”…

Ayuda a mantener una calidad de aire saludable al eliminar del árbol de navidad el moho, el polen, el polvo y otros irritantes del medio ambiente.
Si te preocupa la emisión de gases del árbol artificial, los purificadores de aire diseñados para la eliminación de químicos en el aire, pueden ayudar a combatir los gases tóxicos emitidos por los árboles sintéticos.
Un árbol de Navidad puede ser un riesgo en tu casa. En caso de que así sea, conoce cómo evitar afectaciones a tu salud.
Los expertos recomiendan que lo mejor es tener un árbol de navidad artificial en casa, ¿porqué? 
Decorar el árbol de Navidad en familia, es una tradición muy querida para muchos de nosotros en diciembre. Algunas personas prefieren usar y reutilizar un árbol artificial como una forma respetuosa de disfrutar del espíritu navideño, sin daño al medio ambiente. Otras, buscan el árbol real perfecto para adornarlo, e ir colocando  regalos.
Hay quienes deciden comprar un árbol natural y  poco después descubren que luego  de decorarlo, empiezan tener síntomas similares a un resfriado. Pueden atribuir los síntomas a la gripe, e incluso a covid, pero el culpable o responsable de tus malestares, puede ser una afección poco conocida llamada “síndrome del árbol de Navidad”, que abarca  problemas de salud provocados por la exposición a los alérgenos que residen en los árboles de Navidad vivos y para quienes son sensibles a los alérgenos. La exposición prolongada a dichos árboles puede causar problemas de salud respiratoria y de la piel.
Los principales síntomas del síndrome del árbol de Navidad incluyen congestión o secreción nasal, estornudos, ojos irritados, tos, sibilancias y picazón de garganta. Los síntomas del asma o  relacionados con la piel, pueden incluir enrojecimiento, hinchazón y picazón.
Este fenómeno ocurre gracias a la ecología de los árboles vivos, que portan entidades microscópicas, incluidos polen y hongos. El polen, que es un evidente alérgeno exterior, puede llegar hasta nuestros hogares. Los hongos encuentran un refugio acogedor en las granjas de árboles de Navidad y en centros de jardinería fríos y húmedos. Los árboles de Navidad vivos también pueden contener moho. Particularmente, un solo árbol de Navidad puede albergar más de 50 especies de moho, creando un hábitat para estos organismos diminutos, pero potencialmente problemáticos. Muchas de las variedades de moho que se encuentran en los árboles son las que tienen más probabilidades de provocar alergias, entre ellas Aspergillus , Penicillium y Cladosporium.
¿DE QUÉ SE TRATA?
El “síndrome del árbol de Navidad” puede ser una molestia. Si consideras la ciencia y tomas precauciones, puede garantizar una temporada festiva agradable y libre de alérgenos.
Los investigadores también han medido de cerca los recuentos de moho en habitaciones que contienen árboles de Navidad vivos. Durante los primeros 3 días que el árbol está en el interior, el recuento de esporas de moho mide unas 800 por metro cúbico de aire. Al 4o. día, el recuento de estas células que producen hongos, moho y helechos, comienza a aumentar, llegando finalmente a 5 mil esporas por metro cúbico en 2 semanas.
El moho crece mejor en condiciones cálidas y húmedas. Cuando el árbol se lleva al interior, el clima más cálido aumenta e la producción de moho.
¿QUIÉNES SUFREN MÁS RIESGO?
Hay personas que tienen más  riesgo de sufrir el “síndrome del árbol de Navidad” y son  las que padecen asma o síndrome pulmonar obstructivo crónico (EPOC), ya que son pacientes que pueden ser más sensibles a los alérgenos, y estos  también pueden alterar síntomas como tos y sibilancias.
Las investigaciones arrojan que el 7% de las personas alérgicas tuvieron más  síntomas cuando tenían un árbol de Navidad en su casa. Las personas con problemas de la piel (como dermatitis de contacto y picazón) también pueden encontrar que sus síntomas empeoran cerca de los árboles de Navidad frescos.
Reconocer oportunamente los síntomas es muy importante para mitigar el impacto de este  síndrome. Si sufres alergias, esto puedes hacer:
ELIGE TU ÁRBOL CON CUIDADO: Los abetos, como Douglas y Fraser, son conocidos por producir menos alérgenos en comparación con el abeto o el pino. 
INSPECCIONA TU ÁRBOL: Realiza una revisión meticulosa. Busca signos de hongos antes de llevar el árbol al interior de tu hogar. Concéntrate en las áreas donde se pueda acumular humedad. Toma en cuenta que estas condiciones fomentan el crecimiento del moho, que es  más común que esté en los árboles de Navidad conocidos como Aspergillus, que se verá negro en la superficie y generalmente blanquecino o amarillo en la parte inferior.
MANTENIMIENTO ADECUADO: Riega regularmente los árboles vivos para evitar la deshidratación, ya que esto puede provocar el crecimiento de moho. También es menos probable que un árbol bien hidratado albergue hongos.  Dado que los ambientes cálidos y húmedos aumentan el crecimiento de moho, trata  de mantener tu casa ventilada mientras esté encendida.
Considera usar un deshumidificador para bajar los niveles de humedad en tu hogar.
REDUCE AL MÁXIMO EL CONTACTO: Evítalo en la medida de lo posible al  decorar directamente el árbol. Usa guantes y cubre bocas  como una forma de reducir riesgos y  reacciones relacionadas con la piel.
ELIGE LO ARTIFICIAL: Considera estos árboles como una alternativa práctica, ya que estos eliminan el riesgo de alérgenos y pueden reutilizarse, reduciendo el  impacto ambiental. R/90
Lunes 11 de Diciembre 2023
Ciencia y Salud
Nora Hernández
Reporte90
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