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“SI LLEGAN LA COCA COLA Y SABRITAS, TAMBIÉN LLEGARÁN LAS MEDICINAS”: AMLO

Hasta noviembre de 2018, la cadena de abasto de medicamentos e insumos terapéuticos, era de 4 piezas: la Comisión Negociadora de Precios (CNP), la Compra Consolidada federal, la infraestructura de almacenamiento y distribución, y los fabricantes (laboratorios).
El cinco por ciento de los medicamentos que compraba el gobierno eran de patente y el 95% genéricos. El precio de los primeros se negociaba anualmente, a través de la Comisión Negociadora de Precios, de forma directa con los laboratorios que como titulares de esas patentes, los fabrican en exclusiva.
En el preámbulo de la crisis sanitaria del Covid19 en México, presuntamente buscando mejorar el sistema de distribución, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador desarmó la cadena de abastecimiento de medicamentos e insumos terapéuticos del sector salud que se había desarrollado en las últimas décadas. Ensayaría un nuevo modelo basado en la regionalización.
El desmantelamiento del anterior sistema, que se realizó para combatir la corrupción y ahorrar, dejó fisuras visibles: medicamentos que viajaban por Estafeta, transportación deficiente de fármacos, medicinas imprescindibles para tratar pacientes con Covid19 que no llegaban y recetas que no se surtían por falta de abasto.
“Quinto Elemento Lab” reconstruyó la extinta cadena de suministro y las medidas de la administración obradorista para sustituirla, a partir del seguimiento documental de contrataciones de la anterior y la actual administración, así como de consultas con funcionarios y exfuncionarios del sector de salud federal, empresarios de los sectores involucrados y dirigentes de asociaciones médicas.
El gobierno federal actual suprimió el sistema de compra consolidada que funcionó hasta 2018, desplazó al equipo que la procesaba, centralizó las compras y excluyó a la industria de distribución de la ecuación de abastecimiento.
Luego del desmembramiento, se dieron licitaciones retrasadas fallidas por más de medio año, incompletas hasta en un 60% de los productos que se proponía comprar; desabasto por encima de 40%; opacidad extrema en los procedimientos de contratación y conflictos de poder al interior del gabinete.
Carlos Ramos Alcocer, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Distribuidores de Insumos para la Salud (ANDIS), sobre este caso, opinó: “El abasto está por debajo de 60%. Cuando pretendías lograr algo tan barato que ahora no lo tienes, pues no lograste nada. El producto más caro es el que no hay”.
El presidente Andrés Manuel López Obrador planteó que de ser necesario se crearía una distribuidora de medicamentos para garantizar el abasto en todos los centros médicos y hospitalarios del país, afirmando: “(…) pues no es posible que a las comunidades más apartadas lleguen productos “chatarra”, pero no medicinas.
El objetivo es que nunca falten las medicinas y que se cuente con los equipos más avanzados en los centros de salud, hospitales rurales y unidades médicas”, dijo luego de mencionar que había recordado que en algún momento el magnate Bill Gates le propuso copiar el modelo de distribución de la coca cola, empresa refresquera multinacional, para repartir medicamentos y mencionó: “A ver: ¿Cómo es posible que no podamos nosotros llevar las medicinas si llega la Coca Cola y llegan las Sabritas? Uno de los hombres más afortunados del mundo, Bill Gates, hablaba de copiar el modelo de distribución de la Coca Cola y si es necesario vamos a crear una distribuidora para los medicamentos. La prioridad la tendrán siempre los indígenas, en especial los que viven en zonas apartadas, ellos tienen que tener atención especial”, aseguró el mandatario, en Tepic Nayarit.
El Ejecutivo Federal, compartió los lineamientos del Memorándum del Sistema de Salud Pública que él escribió y donde destaca que habrá dos sistemas de atención a la salud: el de derechohabientes del IMSS e ISSSTE y el de atención para quienes no tienen seguridad social.
En el memorándum planteó la creación del Instituto de la Salud para el Bienestar que sustituye al Seguro Popular y concentrará las compras de medicamentos y equipos de salud, supervisando que haya médicos y enfermeras suficientes.
“SISTEMA MEXICANO DE SALUD, SERÁ DE PRIMER ORDEN”: AMLO
En el Hospital Rural El Seco, en Puebla, el presidente Andrés Manuel López Obrador presidió el diálogo con médicos, enfermeros, personal administrativo, pacientes y habitantes de la región, a quienes agradeció su respaldo para lograr el objetivo de mejorar el sector salud. Estimó que en tres años México tendrá un servicio “de primer orden”. Manifestó su inconformidad con la discriminación en materia de servicios en las zonas marginadas e insistió en que necesita cambiar la condición de carencias en las comunidades más pobres.
Anunció que garantizará medicamentos en todos los hospitales y cambios en los tabuladores de salarios de los trabajadores de zonas apartadas, a fin de que nunca falte el personal. Indicó que las instalaciones de centros de salud y hospitales serán optimizadas, procurando que estén completos equipos y ambulancias. Se comprometió a regularizar a todos los trabajadores durante el sexenio: “Todas estas acciones, se llevarán a cabo con un presupuesto adicional de 40 mil millones de pesos que tendrá el sistema de salud el próximo año. Con el Gabinete de Salud hemos recorrido 47 hospitales rurales del IMSS Bienestar de 80 que hay planeados. Cuando iniciamos las visitas había incertidumbre entre los trabajadores de la salud porque pensaban que dicho programa desaparecería, pero no será así. Lo consolidaremos y fortaleceremos. No cederemos a presiones de empresas farmacéuticas. En las compras de medicamentos y en el gobierno en general, ya no hay corrupción (…), sostuvo.
Carlos Ramos Alcocer, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Distribuidores de Insumos para la Salud (ANDIS), comenta que “El abasto está por debajo de 60%”.
Un exintegrante del gabinete federal de salud, consultado bajo reserva de identidad, respondió: “Si hubieran mantenido el mecanismo anterior, habría abasto, ese modelo daba certidumbre a la industria y ponía el producto en la clínica. El año 2018 cerró con abasto de 97.7%, pero ese esquema se partió, lo partieron en varios pedazos”, lamentó.
“El desabasto derivado de la supresión de la cadena de suministro ya era grave antes de covid19 a México. Con la crisis sanitaria empeoró. Se fortalecieron entre sí sus respectivos potenciales nocivos. Escasearon los antibióticos como la amoxicilina, o antiácidos como el omeprazol en los anaqueles de las unidades médicas y en las farmacias. También los medicamentos utilizados en tratamiento de pacientes covid19. Varios analgésicos, medicamentos hipnótico-sedantes como el propofol, o vasopresores como la norepinefrina. Un abasto suficiente de medicamentos y equipo de protección habría servido para salvar más vidas, tanto de pacientes, como de personal médico”, detalló el Dr. Javier Saavedra Uribe, presidente de la Sociedad Mexicana de Medicina de Emergencias (SMME). R/90
Jueves 25 de noviembre, 2021.
Nihlze Carrizales H. R/90
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