* Un abogado de inmigración, advirtió que ICE estaría utilizando el GPS de los celulares para rastrear indocumentados. Recomienda apagarlos.
Lunes 12 de Octubre, 2020. 6:10 a. m. (Javier Hernández Ledesma).Tras una pausa, el número de migrantes que intentan entrar a Estados Unidos se ha disparado, al igual que el número de arrestados en la frontera, hecho duplicado desde la primavera del presente año, a causa del paro de actividades “no esenciales”, que trajo desempleo e incertidumbre económica, de la mano del covid-19, a México.
BREVE RECESO…
La inmigración indocumentada a lo largo de la frontera suroeste de Estados Unidos ha aumentado después de un estancamiento, ya que las dificultades económicas, empeoradas por la pandemia, han llevado a miles de personas a encaminarse hacia el norte en busca de trabajo.
Después de hundirse en la primavera, cuando las naciones se confinaron y cerraron las fronteras en un esfuerzo por frenar la propagación del virus, el número de migrantes arrestados a lo largo de la frontera de Estados Unidos con México aumentó más del doble entre abril y julio, según cifras del gobierno estadounidense.
SEGUIRÁ CONSTRUCCIÓN DEL “MURO TRUMP”…
Mark Morgan, Comisionado interino de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, afirma: “A pesar de los peligros planteados por la COVID-19, la inmigración ilegal continúa. Los migrantes indocumentados están poniendo en riesgo la vida de los estadounidenses. Aunque Estados Unidos lidera el mundo en cuanto a la cantidad de muertes por coronavirus. Están corriendo, están peleando por llegar. No reconocen en absoluto las consecuencias mortales de sus acciones mientras navegamos por una pandemia global. En julio, el 78% de los detenidos en la frontera suroeste eran mexicanos, principalmente hombres adultos solteros. A pesar de los peligros planteados por la COVID-19, la inmigración ilegal continúa. Ya no escuchen a los coyotes ni a los organizadores de caravanas en Centroamérica”, aconseja.
Morgan advierte la necesidad de continuar la construcción del muro fronterizo, un proyecto central para la identidad política de Trump, “buscando prevenir la migración ilegal y la propagación del coronavirus”.
BUSCAN AMPARO Y PROTECCIÓN EN UN PAÍS QUE NO ES EL SUYO…
Durante los últimos años, los centroamericanos dominaron el número de migrantes que intentaban cruzar la frontera suroeste. Muchos de ellos, buscaban asilo. Viajaban como familia con niños, y se rendían pacíficamente a los agentes fronterizos estadounidenses con la esperanza de tener la oportunidad de solicitar refugio, pero no se han percatado que bajo las políticas de inmigración restrictivas del gobierno de Trump, ahora hay pocas posibilidades de obtener refugio en el vecino país.
REVERDECIÓ LA CORRIENTE MIGRATORIA…
El número de migrantes detenidos a lo largo de la frontera con México aumentó a 38.347 en julio de 16.162 en abril, un incremento del 137%, según la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos. El año pasado, cuando hubo más de 99,000 detenciones en abril de 2019 y casi 133, 000 en mayo. El fuerte aumento proporcional en los últimos meses, refleja un resurgimiento en el flujo migratorio.
EXPULSIONES “AL VAPOR”…
Los migrantes dicen que la pérdida de empleos y la profundización de la pobreza son sus principales impulsores en el reciente aumento de mexicanos, que están convencidos de que les beneficiará una reciente política fronteriza emitida por el gobierno de Trump y que los inspira a “probar suerte”.
En marzo, el gobierno emitió una orden que permitía a los agentes de inmigración estadounidenses suspender los procedimientos normales y expulsar rápidamente a quienes cruzaran la frontera ilegalmente, o con la idea de pedir asilo y en cuestión de horas, citando la necesidad de salud pública de mantener los centros de detención lo más vacíos posible y evitar la propagación del coronavirus, los expulsaban.
UNA PESADILLA LLAMADA “SUEÑO AMERICANO”…
Hoy, animados porque según ellos “si nos agarran en el intento, por la pandemia nos sueltan rápido, esos procesos tan cortos, nos favorecen”, -dicen- y siguen persiguiendo el “sueño” americano.
Tanto es su anhelo de cruzar “pal otro lado”, que si los capturan, tan pronto están libres, lejos de regresarse a sus lugares de origen, se quedan por ahí, cerca de las fronteras y lo vuelven a intentar.
ESPERANDO “UN COYOTE”…
Los migrantes dicen que a lo largo de este tramo de la frontera, es fácil encontrar un coyote que les muestre la ruta.
CAMINANTES NOCTURNOS…
Por ejemplo, se arriesgan a atravesar una vasta región desértica en el sur de Arizona, donde corren gran riesgo de deshidratación, insolación y hambre. Miles han muerto en las últimas décadas intentando cruzar. Quienes se atreven a caminar hacia el norte a través del desierto, con todo y la carga de peligrosidad que implica, se mueven principalmente de noche y durante las horas más frescas de la mañana. Descansan cuando las temperaturas diurnas se vueven severas. Rendirse, lo consideran absurdo.
BAJÓ LA OCUPACIÓN EN ALBERGUES…
“Los albergues denotan cambios. El año pasado, durante el pico de la crisis migratoria, hasta 200 migrantes dormían ahí en una sola noche. La mayoría decía que habían venido con la esperanza de presentarse en la frontera y solicitar asilo”, afirma Gilda Irene Esquer Félix, quien administra el refugio.
POR AHORA, NO HAY ASILO EN EEUU…
El gobierno de Trump suspendió el acceso al programa de asilo. Casi todos los migrantes que esperaban la oportunidad de cruzar habían abandonado el refugio, regresaron a sus países de origen, otros, se mezclaron aquí en México, esperando “otra oportunidad para volver a intentarlo”, o están buscando una ruta ilegal, pero “más segura”.
“En los últimos meses, solo un puñado de migrantes se han presentado en el refugio cada día. La mayoría de ellos no han podido cruzar la frontera y necesitan un lugar para descansar una o dos noches después de ser atrapados en Estados Unidos y enviados de vuelta a México”, dice Esquer Félix. R/90
Foto 1: Mark Morgan, Comisionado interino de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza en Estados Unidos.