Pese al boom de monederos, transferencias electrónicas, tarjetas de crédito y débito existentes, la mayoría de los ciudadanos eligen el dinero en efectivo.

Alejandro Alegre Rabiela, Director de Emisión en BANXICO.

Lunes 15 de Junio, 2020. 5:02 p. m. Economía y Finanzas (Javier Raúl Carrizales).- Cada vez crece más la demanda de dinero contante y sonante, es decir, los billetes y monedas que circulan en la economía y cambian de manos día a día. Para satisfacer la demanda de 125 millones de usuarios mexicanos del efectivo y de los 40 millones de turistas que visitan el país cada año en temporadas normales (antes del covid-19), el Banco de México fabrica los billetes y los pone en circulación: “Más que emitir, es fabricar billetes y la emisión se da conforme el ciclo. Pronosticamos cuántos billetes y monedas requiere la economía y en función de eso tomamos en cuenta las variables económicas, demográficas y consideramos de una manera muy importante el tiempo estimado de vida del billete en circulación. La variación de la cifra entre un año y otro, se debe en parte a cómo se administran los inventarios y en otras ocasiones, con la estacionalidad de la demanda, así como por el programa de mantenimiento de los equipos de impresión. Se toma en cuenta todo lo anterior y proponemos a la Junta de Gobierno de BANXICO cuál puede ser el plan de fabricación de billetes para el año entrante y cuál debe ser el plan de acuñación. La emisión de monedas metálicas no las acuña BANXICO, porque la Ley dice que sólo le corresponde ordenarla a la Casa de la Moneda de México, que depende de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. Una vez que reciben los billetes y monedas comienza el proceso de distribución o la puesta en circulación y conforme se va agotando su tiempo de vida útil, los retiran”, explica el Director General de Emisión de Banxico, Alejandro Alegre Rabiela.

LA NUEVA FÁBRICA

“La creciente demanda de billetes es una de las razones por las que el Banco de México tiene otra fábrica en El Salto, Jalisco. Quiere decir que usamos más billetes y, ante eso, si la demanda se mantiene en esos niveles, hay que fabricar más piezas cada año. La fábrica de Legaria, en la CDMX, tiene cierta capacidad instalada, pero había que crecer y lo podríamos hacer en Legaria o en cualquier otra. Decidimos hacerlo en otra ciudad para mejor administración de riesgos, para no tener todos los huevos en la misma canasta y garantizar la continuidad de las operaciones del proceso. Si concentrábamos toda la fabricación en un solo sitio de producción, siempre íbamos a estar expuestos a ‘X’ riesgos que de darse nos pueden interrumpir el proceso de fabricación de billetes. Pensando en un escenario catastrófico, como sería un sismo como el de 1985, un incendio o inundación, decidimos desconcentrar la operación, porque es actividad fundamental para el desarrollo del País. Aumentamos la producción para tener mejor cobertura y flexibilidad, para atender la creciente demanda por los billetes mexicanos”, expuso el funcionario Banxico.

LA FIRMA EN LOS BILLETES

Pie de foto: “Todos los billetes que fabrica el Banco de México son firmados por 2 personas: un miembro de la Junta de Gobierno y el cajero principal, según lo establece la Ley Banxico en su Artículo V, donde fijan las características que deben tener los billetes mexicanos”: Alejandro Alegre Rabiela.

“Cada 50 millones de billetes se va turnando el miembro de la Junta de Gobierno que firma. Todos los billetes mexicanos los firmamos yo y un miembro de la Junta de Gobierno que va variando cada 50 millones de piezas. En el caso de los conmemorativos, como el del Centenario de la Constitución, se tomó la decisión que cada uno de los miembros de la Junta de Gobierno firmara 20 millones. Fueron 100 millones en total. Es decir, cada uno de los 4 subgobernadores y el entonces Gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, tuvieron la oportunidad de plasmar su firma en los nuevos billetes de 100 pesos conmemorativos de los 100 años de la Constitución. Los billetes se firman porque así lo mandata la ley, pero también les da autenticidad y oficialidad. Con ello se traslada la certeza de que son emitidos por el banco central y por las personas que tienen la atribución legal para hacerlo”, precisa Alejandro Alegre, quien también funge como Cajero Principal.

Pocos conocen el dato de que México fue el segundo país -después de Suecia-, en incorporar el hilo de seguridad en los billetes mexicanos. Hoy lo usan más países.

TIEMPO DE VIDA

Todas las denominaciones de billetes tienen un promedio de tiempo de vida. El que más perdura es el de mil pesos, porque circula poco entre la gente, puede llegar a durar 90 meses en circulación. El que se desgasta más es el de 20 pesos, con 40 meses de vida, porque pese a que es de plástico y es mucho más perdurable en circulación, es el que más manipulamos los mexicanos en las transacciones. Cuando era de algodón, permanecía 8 meses.

Desde hace 17 años se tomó la decisión de fabricar los billetes de 20 y 50 pesos de polímero o plástico, porque son los que más circulan y con ello se asegura que tendrán mayor resistencia al uso diario y la circulación. El resto de las denominaciones de 100, 200, 500 y mil pesos se hacen con algodón. En algunos casos, los de 100 y 200 pesos, al igual que los de polímero, los recubren con barniz transparente parecido al de uñas, para incrementar su vida. A los de 500.00 y $1,000.00 no les ponen ese barniz, porque son los menos manipulados”, concluyó Alejandro Alegre. R/90